viernes, 29 de enero de 2010

Presos de nosotros mismos

¿Cuántas veces hemos recordado aquellos tiempos de libertad permanente las 24 horas del día? Aquella época en la que no dependíamos del teléfono móvil para hacer nuestra vida; aquellos momentos en los que para hablar con la chica que te gustaba tenias que llamar al teléfono de su casa con la consiguiente charla con sus padres; aquellas salidas en las que no te sentías controlado en todo momento; aquellas tardes en las que no volvías a la hora acordada y tenias a tu madre subiéndose por las paredes.

Somos presos. Presos de un pequeño aparato que se pega a nosotros cual imán a un metal. Pero, sobre todo, presos de nosotros mismos. Nos dejamos seducir por la excesiva seguridad que este dispositivo nos aporta pero que, al mismo tiempo, nos resta la libertad de la que siempre hemos gozado. Más que estar localizados por los demás queremos tener controlado nuestro alrededor para tener la tranquilidad de que ningún imprevisto nos afecte en nuestra vida diaria. ¿Dónde quedaron las sorpresas, las improvisaciones o los cambios de planes repentinos? ¿Dónde están los momentos perfectos sin alguien que los pueda estropear? Y, sobre todo, ¿dónde quedó nuestro derecho a la intimidad? Todo esto desaparece y nosotros somos cómplices activos.

Tantas batallas en anhelo de la libertad que ahora han caído en saco roto para sucumbir a las redes del control colectivo. ¿Es un paso atrás? Puede que no pero tampoco es un paso adelante.


Javier Perellón Sabiote

jueves, 28 de enero de 2010

La cadena perpetua divide a la sociedad española

La sociedad española se encuentra dividida sobre la necesidad de implantar la cadena perpetua en el Código Penal. Las muertes de Marta del Castillo y de Mari Luz han avivado la polémica creando un debate a nivel nacional de gran envergadura. Quienes defienden su implantación argumentan con la debilidad de las leyes españolas. En cambio, los que se oponen aseguran que es anticonstitucional y poco coherente en nuestra sociedad.

Es necesario reflexionar sobre que objetivo queremos conseguir con la implantación de la cadena perpetua. ¿Queremos excluir al sujeto o rehabilitarlo para una futura reinserción? ¿Saldrá beneficiada la sociedad?. El Código Penal español es uno de los más eficientes de Europa y refleja que no es necesario incluir la cadena perpetua en nuestro sistema para dotarnos de la seguridad que todos ansiamos.

Con independencia de las opiniones surgidas en torno a este debate, es importante aclarar que, según el artículo 25 de la Constitución Española, “las penas privativas de libertad y las medidas de seguridad estarán orientadas hacia la reeducación y reinserción social y no podrán consistir en trabajos forzados. Cualquier internamiento en prisión tiene como único objetivo la reinserción del sujeto en la sociedad, por lo tanto una privación de este derecho es anticonstitucional. Sin embargo, sus defensores abogan por una cadena perpetua revisable que conlleve la posibilidad de una futura reinserción del sujeto. En este supuesto existe la posibilidad de que no vuelva a ser reinsertado, con lo que también debe ser considerado anticonstitucional.

Una sociedad responsable como la nuestra no debe exaltarse por sucesos concretos sino que debe guiarse por valores como la tolerancia, la libertad y la justicia. Solo así podremos seguir avanzando para no volver a caer en el error de implantar un sistema ineficiente y violador de los derechos de las personas.

Javier Perellón Sabiote

martes, 19 de enero de 2010

Discurso de Charles Chaplin en "El gran dictador"


Lo siento.

Pero yo no quiero ser emperador. Ese no es mi oficio. No quiero gobernar ni conquistar a nadie, sino ayudar a todos si fuera posible. Blancos o negros, judíos o gentiles. Tenemos que ayudarnos los unos a los otros; los seres humanos somos así. Queremos hacer felices a los demás, no hacerlos desgraciados. No queremos odiar ni despreciar a nadie. En este mundo hay sitio para todos y la buena tierra es rica y puede alimentar a todos los seres. El camino de la vida puede ser libre y hermoso, pero lo hemos perdido. La codicia ha envenenado las armas, ha levantado barreras de odio, nos ha empujado hacia las miserias y las matanzas.

Hemos progresado muy deprisa, pero nos hemos encarcelado a nosotros mismos. El maquinismo, que crea abundancia, nos deja en la necesidad. Nuestro conocimiento nos ha hecho cínicos. Nuestra inteligencia, duros y secos. Pensamos demasiado y sentimos muy poco.

Más que máquinas necesitamos humanidad. Más que inteligencia, tener bondad y dulzura.

Sin estas cualidades la vida será violenta, se perderá todo. Los aviones y la radio nos hacen sentirnos más cercanos. La verdadera naturaleza de estos inventos exige bondad humana, exige la hermandad universal que nos una a todos nosotros.

Ahora mismo, mi voz llega a millones de seres en todo el mundo, millones de hombres desesperados, mujeres y niños, víctimas de un sistema que hace torturar a los hombres y encarcelar a gentes inocentes. A los que puedan oírme, les digo: no os desesperéis. La desdicha que padecemos no es más que la pasajera codicia y la amargura de hombres que temen seguir el camino del progreso humano.

El odio de los hombres pasará y caerán los dictadores, y el poder que se le quitó al pueblo se le reintegrará al pueblo, y, así, mientras el Hombre exista, la libertad no perecerá.

No os rindáis a esos hombres que en realidad os desprecian, os esclavizan, reglamentan vuestras vidas y os dicen qué tenéis que hacer, qué pensar y qué sentir. Os barren el cerebro, os ceban, os tratan como a ganado y como carne de cañón. No os entreguéis a estos individuos inhumanos, hombres máquina, con cerebros y corazones de máquinas.

Vosotros no sois ganado, no sois máquinas, ¡sois Hombres!. Lleváis el amor de la Humanidad en vuestros corazones, no el odio. Sólo los que no aman odian, los que no aman y los inhumanos.

No luchéis por la esclavitud, sino por la libertad. En el capítulo 17 de San Lucas se lee: “El Reino de Dios está dentro del hombre, no de un hombre ni de un grupo de hombres, sino de todos los hombres…” Vosotros el pueblo tenéis el poder. El poder de crear máquinas, el poder de crear felicidad. Vosotros el pueblo tenéis el poder de hacer esta vida libre y hermosa, de convertirla en una maravillosa aventura.

En nombre de la democracia, utilicemos ese poder actuando todos unidos. Luchemos por un mundo nuevo, digno y noble que garantice a los hombres un trabajo, a la juventud un futuro y a la vejez seguridad. Pero bajo la promesa de esas cosas, las fieras alcanzaron el poder. Pero mintieron; no han cumplido sus promesas ni nunca las cumplirán. Los dictadores son libres sólo ellos, pero esclavizan al pueblo. Luchemos ahora para hacer nosotros realidad lo prometido. Todos a luchar para libertar al mundo, para derribar barreras nacionales, para eliminar la ambición, el odio y la intolerancia.

Luchemos por el mundo de la razón. Un mundo donde la ciencia y donde el progreso nos conduzca a todos a la felicidad.

¡En nombre de la democracia, debemos unirnos todos!

jueves, 14 de enero de 2010

Haití padece una nueva tragedia natural

El pasado 12 de enero, un terremoto de 7,3 grados de magnitud en la escala de Richter sacudió Haití, el país más pobre de América. Su capital, Puerto Príncipe, ha sido la ciudad mas afectada con miles de personas que perdieron la vida y numerosos edificios derrumbados por completo. Se desconoce la cifra exacta de fallecidos pero esta podría superar los 100.000.

La noticia ha pillado por sorpresa al mundo entero. Si desde hace varios días los servicios meteorológicos estadounidenses alertaban sobre la posibilidad de aparición de varios tsunamis, nadie imaginaba un suceso como el acontecido. El país se encuentra gravemente incomunicado con el exterior debido a los destrozos ocasionados en los principales medios de acceso a la isla, lo que ha ralentizado los trabajos de rescate ante la dificultad para acceder al país de los equipos de emergencia internacionales.

Además de las victimas mortales, es importante señalar que son miles las personas desaparecidas bajo los escombros que aún no han sido encontradas. Muchas de estas no serán rescatadas con vida y un alto porcentaje de las que lo sean sufrirán daños irreparables, tanto físicos como psicológicos. Los mas afectados son, como en la mayoría de los casos, los niños, que estos días han cambiado su habitual sonrisa por una mirada fría y desconsolada. Ellos deberían ser los principales destinatarios de las ayudas recibidas y del cuidado y cariño de las personas comprometidas.

Todos los países se han puesto manos a la obra y están enviando donativos para las tareas de rescate y reconstrucción. Zapatero ya ha asegurado que España colaborará con mas de 2 millones de dólares. EEUU ha sido el país más comprometido con casi 69 millones. Por su parte, algunos personajes conocidos como Brad Pitt y Angelina Jolie o Lance Armstrong están plenamente comprometidos con la causa y han hecho elevadas donaciones.

Una vez más, la naturaleza se ha cebado con los que menos tienen. Pasados unos días comenzarán los intensos debates sobre si pudo haberse evitado o no pero la realidad es que, por mucho que nos duela, los que han perdido la vida no volverán. Esto supondrá familias rotas y desoladas que, más allá del hambre o la pérdida del hogar, nunca volverán a tener una vida normal.

Javier Perellón Sabiote

lunes, 11 de enero de 2010

La vida según Charles Chaplin

¡La Vida!

He perdonado errores casi imperdonables, he intentado reemplazar a personas irreemplazables y olvidar a personas inolvidables.

He actuado por impulsos, me han decepcionado personas a las que creía incapaces de hacerlo, pero yo también he decepcionado .

He tenido a alguien entre mis brazos para protegerlo.
He reído cuando no era necesario.
He tenido amigos eternos.

Me han amado y no he sabido amar.
He amado y también lo he sido a mi vez, pero también me han rechazado.

He gritado y saltado con tanto gozo, he vivido de amor y hecho promesas eternas, pero también me he roto el corazón, ¡tantas veces!

He llorado escuchando música o mirando fotos.
He telefoneado tan sólo por escuchar una voz, y también me he enamorado de una sonrisa.

Creí que me moría por tanta nostalgia y he sentido miedo de perder a alguien muy especial, (a quien finalmente he perdido)…

¡Pero he sobrevivido! ¡Y todavía estoy vivo!Y la vida, ¡ah no me la pierdo...!
Tú tampoco deberías perdértela. ¡Vive!

Lo que es realmente bueno es luchar con persuasión, abrazar la vida y vivir apasionadamente, perder con clase y vencer gracias a habernos atrevido, porque el mundo pertenece al que se atreve.

¡LA VIDA ES MUCHO MÁS como para considerarla insignificante!

Charles Chaplin