miércoles, 28 de abril de 2010

Tété - Redemption song

Lo cerca que podemos tener los pequeños detalles y cuantas veces no sabemos apreciarlos...

jueves, 15 de abril de 2010

Yo quiero

Quiero ir a Japón. Quiero ir y no puedo, pero aún así quiero ir.

Quiero cruzar montañas cubiertas por el manto blanco que las engrandece y avasalla.

Quiero atravesar el Amazonas y nadar en un lago de Minnesota.

Quiero alcanzar la paz, la propia y la ajena, porque el fin no justifica los medios.

Quiero olvidar a los demás por un segundo y pensar en mi, pero uno siempre se situá en último lugar.

Quiero vivir en África, esa tierra tan lejana pero que siento tan cerca y que me hace tanto daño con su sufrimiento.

Quiero sentir tu respaldo, el que me motiva y agasaja cuan difícil momento esté atravesando.

Quiero gobernarme a mi mismo sin que nadie me diga lo que tengo que hacer o pensar a cada paso que doy.

Quiero tener a mano siempre un lápiz y un papel para esos momentos en los que tengo tantas cosas que decir.

Quiero gritar de rabia porque así alcanzaré la serenidad.

Quiero vivir con los pies en el suelo pues me dan miedo las alturas.

Quiero sentirte cerca pues tu distancia me hiere y estremece.

Quiero hacerlo y se que lo haré.


Javier Perellón Sabiote

martes, 13 de abril de 2010

Muere lentamente

Muere lentamente quien no viaja,
quien no lee,
quien no oye música
quien no encuentra gracia en sí mismo.

Muere lentamente
quien destruye su amor propio,
quien no se deja ayudar.

Muere lentamente
quien se transforma en esclavo del hábito
repitiendo todos los días los mismos
trayectos,
quien no cambia de marca,
no se atreve a cambiar el color de su vestimenta
o bien no conversa con quien no conoce.

Muere lentamente
quien evita una pasión y su remolino de
emociones,
justamente éstas que regresan el brillo a los ojos
y restauran los corazones destrozados.

Muere lentamente
quien no gira el volante cuando está infeliz con
su trabajo, o su amor,
quien no arriesga lo cierto ni lo incierto para ir
atrás de un sueño
quien no se permite, ni siquiera una vez en su vida,
huir de los consejos sensatos......

Pablo Neruda

El silencio de la Iglesia


Acostumbrada a opinar sobre todos los temas de actualidad, muchos de ellos fuera de su competencia, la Iglesia calla ante las numerosas acusaciones por pederastia hacia algunos de sus sacerdotes. Esta actitud, unida a su pasividad para hacer frente a estos casos de una forma coherente y eficaz le está causando una oleada de críticas que ha puesto en alerta hasta al mismísimo Papa, quien lejos de implicarse en su erradicación ha optado desde un principio por una retirada cobarde y sospechosa.

La Iglesia está escogiendo el camino equivocado del mismo modo que lo ha hecho tantas otras veces. No obstante, no debemos caer en el error de generalizar a la hora de emitir críticas o pareceres, pues estos no abarcan al conjunto de la sociedad, y debemos centrarnos en casa caso de forma particular juzgándolo con independencia del grupo al que pudiera pertenecer. No todos los curas son malos, como no lo son todos los padres o profesores. Son personas concretas que han actuado de una determinada forma y por la que tendrán que responder ante la justicia. El problema surge cuando es la propia organización quien oculta los hechos ocurridos o, en el caso de reconocerlos, siempre achaca la responsabilidad a los demás. Ayer, Federico Lombardi, portavoz del Vaticano, aseguró que la pederastia está muy relacionada con la homosexualidad y que este el principal factor para llevar a cabo estos actos. También aseguró que en los casos donde la Iglesia no da a conocer los hechos a la justicia es porque "hay países donde la justicia obliga a denunciar los delitos a la justicia civil y otros en los que no".

El modus operandi llevado a cabo por esta organización suele coincidir en la mayoría de los casos. Una vez que tiene constancia del suceso se limita a realizar un traslado de residencia del personaje en cuestión (en el caso de España, EEUU suele ser un destino muy frecuente) guardando silencio sobre los actos llevados a cabo por este. Solo en ciertos casos, y cuando la gravedad no deja otra salida, puede recomendar la supervisión de un especialista, pero nunca se produce una retirada de su ejercicio. Esta actitud es muy grave puesto que un traslado no soluciona el problema sino que suele ocasionar un agravamiento de este.

En este punto todos tenemos mucho que hacer. Debemos criticar con dureza, incluso con exaltación, estas prácticas habituales en la Iglesia y que tanto daño hacen a la sociedad. No podemos permanecer callados ante estas injusticias y ante estas lacras existentes en una organización a la que siempre se le ha permitido realizar unos actos tan poco morales como justos.

Javier Perellón Sabiote