viernes, 26 de noviembre de 2010

Una realidad aterradora


Ignacio Ramonet ofreció a los presentes en su conferencia de anoche datos alarmantes sobre la realidad en la que vivimos y que ignoramos por completo. Juzguen ustedes mismos.
- En 1960 el 20% de la población más rica tenía unos ingresos 30 veces superiores al 20% de la población más pobre. En 2010 el 20% de la población más rica tiene unos ingresos 85 veces superiores al 20% de la población más pobre.
- La mitad de la humanidad vive con menos de 2 euros diarios mientras que una vaca europea recibe  una subvención de 8 euros diarios.
- La esperanza de vida en 8 países se ha reducido a los 40 años.
- 1/3 de la humanidad (2.000 millones de seres humanos) no tienen agua potable.
- 1/3 de la humanidad no tiene electricidad.
- 1/3 no tiene sistema de evacuación de aguas fecales.
- Cada minuto muere una mujer por parto (pueden mirar mi artículo al respecto: http://www.eldiario.net/noticias/2009/2009_12/nt091217/1_03opn.php)
- 250 niños mueren a diario por enfermedades facilmente curables por ser pobres.
- Casi 1.000 millones de personas pasan hambre.
- 100.000 trabajadores pierden su empleo cada día.
- Hay 750 millones de analfabetos (el 70% son mujeres)

Esta es una pequeña parte de la realidad que todos conocemos pero no queremos ver. Ignacio Ramonet, aporta datos que reflejan las posibilidades económicas existentes para cambiarla. El resultado: hay dinero de sobra para hacerlo.
- Se gastan 500.000 millones de euros al año en gastos militares.
- El fraude fiscal en Europa cada año es de 250.000 millones de euros que van a parar a paraisos fiscales.
- Las empresas cotizadas en bolsa repartieron en 2009 32.300 millones de euros entre sus accionistas, un 19% más que el año anterior.
- Los beneficios de los principales bancos europeos en 2009 superaron los 50.000 millones de euros.

Próximamente escribiré sobre los 7 frentes utópicos que establece Ignacio Ramonet.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789

[Adoptada por la Asamblea Constituyente francesa del 20 al 26 de agosto de 1789, aceptada por el Rey de Francia el 5 de octubre de 1789.]

Los representantes del pueblo francés, que han formado una Asamblea Nacional, considerando que la ignorancia, la negligencia o el desprecio de los derechos humanos son las únicas causas de calamidades públicas y de la corrupción de los gobiernos, han resuelto exponer en una declaración solemne estos derechos naturales, imprescriptibles e inalienables; para que, estando esta declaración continuamente presente en la mente de los miembros de la corporación social, puedan mostrarse siempre atentos a sus derechos y a sus deberes; para que los actos de los poderes legislativo y ejecutivo del gobierno, pudiendo ser confrontados en todo momento para los fines de las instituciones políticas, puedan ser más respetados, y también para que las aspiraciones futuras de los ciudadanos, al ser dirigidas por principios sencillos e incontestables, puedan tender siempre a mantener la Constitución y la felicidad general.

Por estas razones, la Asamblea Nacional, en presencia del Ser Supremo y con la esperanza de su bendición y favor, reconoce y declara los siguientes sagrados derechos del hombre y del ciudadano:
Articulo 1
Los hombres han nacido, y continúan siendo, libres e iguales en cuanto a sus derechos. Por lo tanto, las distinciones civiles sólo podrán fundarse en la utilidad pública.
Articulo 2
La finalidad de todas las asociaciones políticas es la protección de los derechos naturales e imprescriptibles del hombre; y esos derechos son libertad, propiedad, seguridad y resistencia a la opresión.
Articulo 3
La nación es esencialmente la fuente de toda soberanía; ningún individuo ni ninguna corporación pueden ser revestidos de autoridad alguna que no emane directamente de ella.
Articulo 4
La libertad política consiste en poder hacer todo aquéllo que no cause perjuicio a los demás. El ejercicio de los derechos naturales de cada hombre, no tiene otros límites que los necesarios para garantizar a cualquier otro hombre el libre ejercicio de los mismos derechos; y estos límites sólo pueden ser determinados por la ley.
Articulo 5
La ley sólo debe prohibir las acciones que son perjudiciales a la sociedad. Lo que no está prohibido por la ley no debe ser estorbado. Nadie debe verse obligado a aquello que la ley no ordena.
Articulo 6
La ley es expresión de la voluntad de la comunidad. Todos los ciudadanos tienen derecho a colaborar en su formación, sea personalmente, sea por medio de sus representantes. Debe ser igual para todos, sea para castigar o para premiar; y siendo todos iguales ante ella, todos son igualmente elegibles para todos los honores, colocaciones y empleos, conforme a sus distintas capacidades, sin ninguna otra distinción que la creada por sus virtudes y conocimientos.
Articulo 7
Ningún hombre puede ser acusado, arrestado y mantenido en confinamiento, excepto en los casos determinados por la ley, y de acuerdo con las formas por ésta prescritas. Todo aquél que promueva, solicite, ejecute o haga que sean ejecutadas órdenes arbitrarias, debe ser castigado, y todo ciudadano requerido o aprehendido por virtud de la ley debe obedecer inmediatamente, y se hace culpable si ofrece resistencia.
Articulo 8
La ley no debe imponer otras penas que aquéllas que son evidentemente necesarias; y nadie debe ser castigado sino en virtud de una ley promulgada con anterioridad a la ofensa y legalmente aplicada.
Articulo 9
Todo hombre es considerado inocente hasta que ha sido convicto. Por lo tanto, siempre que su detención se haga indispensable, se ha de evitar por la ley cualquier rigor mayor del indispensable para asegurar su persona.
Articulo 10
Ningún hombre debe ser molestado por razón de sus opiniones, ni aun por sus ideas religiosas, siempre que al manifestarlas no se causen trastornos del orden público establecido por la ley.
Articulo 11
Puesto que la comunicación sin trabas de los pensamientos y opiniones es uno de los más valiosos derechos del hombre, todo ciudadano puede hablar, escribir y publicar libremente, teniendo en cuenta que es responsable de los abusos de esta libertad en los casos determinados por la ley.
Articulo 12
Siendo necesaria una fuerza pública para dar protección a los derechos del hombre y del ciudadano, se constituirá esta fuerza en beneficio de la comunidad, y no para el provecho particular de las personas por quienes está constituida.
Articulo 13
Siendo necesaria, para sostener la fuerza pública y subvenir a los demás gastos del gobierno, una contribución común, ésta debe ser distribuida equitativamente entre los miembros de la comunidad, de acuerdo con sus facultades.
Articulo 14
Todo ciudadano tiene derecho, ya por sí mismo o por su representante, a emitir voto libremente para determinar la necesidad de las contribuciones públicas, su adjudicación y su cuantía, modo de amillaramiento y duración.
Articulo 15
Toda comunidad tiene derecho a pedir a todos sus agentes cuentas de su conducta.
Articulo 16
Toda comunidad en la que no esté estipulada la separación de poderes y la seguridad de derechos necesita una Constitución.
Articulo 17
Siendo inviolable y sagrado el derecho de propiedad, nadie deberá ser privado de él, excepto en los casos de necesidad pública evidente, legalmente comprobada, y en condiciones de una indemnización previa y justa.

domingo, 14 de noviembre de 2010

El pensamiento único (Ignacio Ramonet)

Atrapados. En las democracias actuales, cada vez son mas los ciudadanos que se sienten atrapados, empapados en una especie de doctrina viscosa que, insensiblemente, devuelve cualquier razonamiento rebelde, lo inhibe, lo perturba, lo paraliza y acaba por ahogarlo. Esta doctrina, es el pensamiento único, el único autorizado por un invisible y omnipresente policía de la opinión.

Tras la caída del muro de Berlín, el desfonde de los regímenes comunistas y la desmoralización del socialismo, la arrogancia, la altanería y la insolencia de este nuevo evangelio se extiende con tal intensidad que podemos, sin exagerar, calificar este furor ideológico de moderno dogmatismo.

¿Qué es el pensamiento único? La traducción en términos ideológicos con pretensión universal de los intereses de un conjunto de fuerzas económicas, en particular las del capital internacional. Ha sido, por así decirlo, formulaba y definida desde 1.944, con ocasión de los acuerdos de Brenton-Woods. Sus fuentes principales son las grandes instituciones económicas y monetarias -Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional, Organización de Cooperación y Desarrollo Económico, Acuerdo General sobre Tarifas Aduaneras y de Comercio, Comisión Europea, Banco de Francia, etc.- que mediante su financiación vinculan al servicio de sus ideas, a través de todo el planeta, numerosos centros de investigación, universidades, fundaciones... las cuáles perfilan y expanden la buena nueva en sus ámbitos. Este discurso anónimo es retomado y reproducido por los principales órganos de información económica, y particularmente por las “Biblias” de los inversores y bolsistas -The Wall Street Journal, Financial Times, The Economist, Far Eastern Economic Review, Les Echos Reuter, etc.-, propiedad, con frecuencia de grandes grupos industriales o financieros. Un poco por todas partes, las facultades de ciencias económicas, periodistas, ensayistas, personalidades de la política... retoman las principales consignas de éstas nuevas tablas de la ley y, a través de su reflejo en los grandes medios de comunicación de masas, las repiten hasta la saciedad. Sabiendo con certeza que, en nuestras sociedades mediáticas, repetición equivale a demostración.

El primer principio del pensamiento único es tan potente que un marxista distraído no lo cuestionaría: la economía supera a la política. Es basándose en tal principio que, por ejemplo, un instrumento tan importante en manos del poder ejecutivo como el Banco de Francia ha sido, sin oposición destacable, convertido en independiente en 1.994 y, de alguna forma, “dejado a salvo de las contingencias políticas”. “El Banco de Francia es independiente, apolítico y apartidista”, afirma en efecto su gobernador Jean Claude Trichet, que añade sin embargo: “Nosotros pedimos la reducción del déficit público”, (y) “perseguimos una estrategia de moneda estable”. ¡Como si esos dos objetivos no fueran políticos!.

En nombre del realismo y del “pragmatismo” - que Alain Minc formula de la siguiente forma: “El capitalismo no puede desfondarse, es el estado natural de la sociedad. La democracia no es el estado natural de la sociedad. El mercado si” , la economía es situada en el puente de mando. Una economía desembarazado, como es lógico, del obstáculo de lo social, una suerte de ganga patética cuya pesadez sería motivo de regresión y crisis.

Los otros conceptos-clave del pensamiento único son conocidos: el mercado ídolo cuya “mano invisible corrige las asperezas y disfunciones del capitalismo” y, muy especialmente, los mercados finacieros, cuyos “signos orientan y determina el movimiento general de la economía; la concurrencia y la competitividad, que “estimulan y dinamizan las empresas, conduciéndolas a una permanente y benéfica modernización”; el librecambio sin limitaciones, “factor de desarrollo ininterrumpido del comercio, y por tanto de nuestras sociedades”; la mundialización, tanto de la producción manufacturera como de los flujos financieros; la división internacional del trabajo, que “modera las reivindicaciones sindicales y rebaja los costos salariales”; la moneda fuerte, “factor de estabilización”; la desreglamentación, la privatización; la liberalización, etc. Siempre “Menos Estado”, un arbitraje constante a favor de las rentas del capital en detrimento de las del trabajo. Y la indiferencia respecto al coste ecológico.

La repetición constante en todos los medios de comunicación de este catecismo por casi todos los políticos, tanto derecha como de izquierda, le confiere una tal carga de intimidación que ahoga toda tentativa de reflexión libre, y convierte en extremadamente difícil la resistencia contra este nuevo oscurantismo.

Se acabará considerando de alguna forma que las decenas de millones de parados europeos, el desastre urbano, la precarización general, la corrupción, los suburbios en llamas, el saqueo ecológico, el retorno de los racismos, de los integrismos y de los extremismos religiosos y la marea de los excluidos son simples espejismos, alucinaciones culpables, discordantes de forma extremista en el mejor de los mundos, que construye, para nuestras conciencias anestesiadas, el pensamiento único.

Ignacio Ramonet - Editorial de Le Monde Diplomatique (1995)

viernes, 12 de noviembre de 2010

Multinacionales que evaden impuestos


El actual sistema fiscal mundial permite a los más ricos eludir sus responsabilidades con los pobres. Acuerdos injustos, paraísos fiscales y evasión de impuestos son las técnicas usadas por empresas multinacionales para no pagar sus impuestos en los países empobrecidos. Esto provoca unas pérdidas casi cuatro veces superiores a lo necesario para acabar con el hambre en el mundo. Para terminar con este problema es determinante mayor información sobre los beneficios obtenidos por estas empresas y sobre los impuestos que pagan en cada Estado en el que actúan.

Las empresas multinacionales, en su afán por incrementar los beneficios, llevan a cabo una incipiente evasión de impuestos en los países en vías de desarrollo en los que se instalan. Uno de los métodos más practicados es la invención de facturas por compras inexistentes o por artículos de inferior valor. De este modo, los impuestos que deben pagar son menores. Otro método utilizado es el falseamiento de transferencias de bienes y servicios, y las financieras. En ambos casos consiste en la alteración de los precios o costes en el intercambio o transacciones realizados. Una táctica muy recurrida es la evasión fiscal, por la que sacan dinero de un país sin declararlo para después blanquearlo en el país de destino. En último lugar, el soborno a las autoridades sigue siendo una práctica tan habitual como efectiva. Con este consiguen un trato favorable por el que poder realizar sus prácticas con total inmunidad. La ONGD española InspirAction calcula en su informe “la muerte y los impuestos” que estas actividades provocan unas pérdidas de 160000 millones de dólares cada año.

Ante estas tácticas o métodos los países en vías de desarrollo están desprotegidos. Es tal su obsesión por emular a los países desarrollados que atraen a las multinacionales con extensas concesiones y beneficios. Además, los acuerdos realizados no se suelen realizar en términos de igualdad. Las multinacionales consiguen imponer unas condiciones contractuales. George Soros, importante financiero y filántropo, establece tres motivos por los que alcanzan estos acuerdos tan beneficiosos: la información asimétrica, basada en la falta de información y personal preparado del país que negocia; la negociación asimétrica, consistente en presiones de una parte poderosa hacia otra necesita; y la representación asimétrica, que sucede cuando las negociaciones se realizan entre actores de distinto rango (empresa y Estado) con intereses y objetivos distintos.

El dinero obtenido es depositado en paraísos fiscales, donde obtienen unas condiciones más favorables a sus intereses: menores impuestos, secreto bancario e información restringida. Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), en estos Estados hay colocados entre 5 y 7 trillones de dólares. Es determinante el avance realizado en este campo mediante el incremento de colaboración entre estos Estados y las autoridades, sobre todo en materia de narcotráfico y terrorismo.

Raymond Baker, investigador senior del CIP (Centro de Política internacional de Estados Unidos), ha realizado un informe en el que entrevista a 550 directivos de grandes empresas de 11 países. Según asegura, la evasión fiscal corporativa forma parte del proceso por el que los países ricos usurpan a los países pobres y que “se trata del capítulo más espantoso de las relaciones económicas globales desde la esclavitud”. Los países más afectados son los del continente africano. Zambia, Liberia y Tanzania sufren constantes expolios y saqueos por parte de empresas y organismos internacionales que los endeudan y condenan a la miseria.

Son necesarias medidas que limiten el poder de coacción de estas multinacionales y que les impidan actuar con total impunidad. La Unión Europea está tomando partido en el asunto y ha abierto un proceso de consulta pública sobre la introducción de normas que obliguen a las multinacionales a proporcionar más información sobre los beneficios obtenidos y sobre los impuestos de deben pagar en cada país donde trabajan. Del mismo modo, es necesario poner en marcha un proceso que posibilite la vuelta de las riquezas extraídas de forma ilícita a los países damnificados. Isabel Ortigosa, Responsable de Comunicación e Incidencia de InspirAction, asegura que “Si estas nuevas normas llegan a introducirse, los países más pobres podrán por fin tener la información que necesitan para tomar medidas enérgicas contra las multinacionales sin escrúpulos que esconden sus ganancias con el objetivo de reducir sus impuestos”.

lunes, 8 de noviembre de 2010

El futuro del periodismo es nuestro


Hoy me he levantado con ganas y buen humor, dejando a un lado la resaca de tres pares de narices que me acompañaba (y que aún lo hace de algún modo). He ido al banco a solucionar uno de esos problemas que a todos nos pasa alguna vez en la vida: una factura devuelta no sé por qué dichoso motivo. Y claro, tras preguntarle a la cajera por la causa no me ha sabido contestar y me ha mandado a otra oficina. Bueno, los bancos son así, no podemos tomarlos en serio ni irritarnos con ellos. Así no vamos a llegar a nada.
Pero lo que realmente me ha puesto de buen humor ha sido encontrar por casualidad (bendita casualidad) un curso/jornadas de Reportero de guerra que se va a celebrar en nuestra Facultad de Ciencias de la Información la próxima semana (los días 10, 11 y 12 de noviembre). Y, para más inri, es gratis. Doble motivo de alegría. Pues bien, al llegar a la sede de la Fundación Complutense en C/Donoso Cortés, sin más que un “buenas” y una simple mirada para estudiar a quien me iba a dirigir, la encargada me pregunta “¿has venido a matricularte al curso, no?” A lo que respondo “sí, he venido a matricularme a un curso que se va a hacer en mi facultad”. Aún sin detallarle el curso en el que me quería matricular ni la facultad en la que estudiaba me ha dicho “sois muchos los que habéis venido a matricularos”. No sé, pero me ha dado buenas vibraciones.
Todo esto lo cuento para hablar un poco del Periodismo actual. Los que nos dedicamos a esta profesión sabemos que la situación por la que atraviesa no es la más idónea, pero ¿acaso algo lo es en esta vida? Decimos cosas como “el Periodismo está en crisis”, “no hay trabajo”, “ya no hay buenos periodistas como los de antes”,… Y más cosas por el estilo. Pero algo me ha hecho ver que nada de esto es cierto, que son simples escusas de gente sin habilidades, sin ganas de trabajar y sin amor por esta profesión. Porque ser periodista no es como trabajar en el campo o en una fábrica, trabajos que a nadie le gustan y que se realizan por el simple hecho de salir hacia adelante, es mucho más que esto. Es una forma de ver la vida y de saber contarla; es la sensibilidad para percibir las cosas, anticiparse a los hechos y ofrecer las soluciones que nuestros dirigentes no nos dan. ¿Cuántos periodistas estaríamos dispuestos a dedicarnos al periodismo de guerra? Yo creo que muchos. Y esto dice mucho más de lo que a simple vista pueda parecer. Una persona no se inmiscuye en un conflicto bélico, aun poniendo en peligro su vida, por otro motivo que por hacer llegar la verdad, por abrir los ojos al mundo. ¡Y esto es muy bueno! El futuro somos nosotros, y nosotros somos jóvenes con ganas de comernos el mundo, de ayudar a cambiar las cosas. Lo único que nos hace falta es un aliciente, un empujón para lanzarnos a por ello. Porque, a veces, las cosas nos pasan por delante y no las sabemos ver. ¡Cuántas oportunidades perdidas! Pues bien, ni una más. Pongamos un punto de inflexión y concienciémonos de nuestra misión y por la que tanto estamos luchando: por hacer llegar la verdad, desde donde sea y hacia donde sea; porque nadie nos engañe y utilice nunca más; porque seamos ciudadanos libres y nuestra libertad nos permita elegir un mundo mejor. Esta es nuestra misión y debemos alcanzarla.
Javier Perellón Sabiote

jueves, 4 de noviembre de 2010

La pobreza de los ricos


Muchos desconocen el significado de cuarto mundo; hay, incluso, quienes desconocen su existencia, tan ofuscados en la suya propia que no pueden ver nada más allá. Cuarto mundo hace referencia a las bolsas de pobreza existentes en los principales países desarrollados ó primer mundo. Se trata de personas excluidas o en riesgo de exclusión como consecuencia de la desigual distribución de las riquezas que defiende el sistema capitalista. En la actualidad, más de 40 millones de personas se encuentran en situación de extrema pobreza en Europa. Para erradicar este problema son necesarias políticas sociales efectivas que les ayuden, defiendan sus derechos y los integren en la denominada “sociedad del bienestar”.
La pobreza no entiende de lugares o personas, solo entiende de situaciones. Los países en peor situación de pobreza son los que han sido explotados, maltratados y abandonados por parte de los países ricos durante siglos. Esta es la situación que los ha llevado a cotas de extrema pobreza que afectan a la mayor parte de su población y que se agravan con el paso del tiempo. También es la situación que les ha colocado entre la espada y la pared, que les ha dejado en el olvido y que más les cuesta superar. Del mismo modo, el cuarto mundo surge por situaciones concretas. La principal es un mundo dirigido por el capitalismo, un sistema que divide entre ricos y pobres y en el que la dignidad de las personas pasa a un segundo plano.
La pobreza no solo es una privación o insuficiencia material. También es una carencia espiritual. Provoca una pérdida de la autoestima y una sensación de aislamiento. Crea en la persona una percepción de abandono que le frena en la lucha por salir adelante e integrarse en una sociedad guiada por la codicia, la envidia o la manipulación.
Se tiende a pensar, sobre todo desde los países con menor capacidad económica, que la pobreza no alcanza a los países ricos y que todos sus ciudadanos gozan de un nivel de vida adecuado a las circunstancias en que se desenvuelven. La realidad es distinta y los datos muestran la enorme cantidad de personas en situación de extrema necesidad. Según Médicos del Mundo, en Europa residen más de 40 millones de personas pobres. Lo mismo ocurre en Estados Unidos, una de las mayores economías del mundo, donde el porcentaje es más elevado aún. Estos datos reflejan la incapacidad del actual sistema económico para hacer frente a estos problemas y para propiciar el hábitat adecuado donde los individuos puedan vivir en condiciones de dignidad. La actual crisis económica en la que se encuentran los países ricos ha empeorado la situación de estas personas. El número de “sin techo” refugiados en albergues se ha incrementado casi en un 40%. Lo mismo ocurre en los comedores sociales donde, ante el incremento de personas que acuden a comer, los empleados se han visto obligados a doblar turnos. Del mismo modo que ocurre en los países menos desarrollados, las mujeres y los niños conforman los grupos más castigados por la pobreza. Según el último informe de UNICEF “Pobreza infantil en países ricos 2005”, en 17 de los 24 Estados miembros de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) ha aumentado la proporción de niños que viven en la pobreza hasta superar los 40 millones.
Mientras sigamos siendo súbditos del sistema capitalista que nos gobierna y exprime será muy difícil erradicar este cuarto mundo que se desarrolla a pasos agigantados. Los estados deben crear políticas que aboguen por una repartición de las riquezas más justa y en las que las personas más desfavorecidas puedan recibir las ayudas necesarias para no padecer la exclusión social propia del sistema. Todos tenemos mucho que hacer. No hace falta un excesivo esfuerzo en ello, bastaría con ser un poco más humanos, como explica Peter Singer, filósofo utilitarista: “Si apreciamos adecuadamente los hechos de la pobreza mundial, de nuestra identidad moral global, de la gravedad moral de responder al sufrimiento extremo, de aquello en que realmente consiste la calidad de vida, y del deber de asistir todo lo que podamos y sea compatible con nuestra propia calidad de vida, prestaremos toda la ayuda que debemos".
Javier Perellón Sabiote