domingo, 7 de febrero de 2010

Cosas sutiles

La inspiración no se busca, se encuentra. Siempre viene por sorpresa pues su marcha es dolorosa. Dejémos que la sutileza de las cosas nos invada con su aterciopelada brisa. Esa que aparece sigilosa, eriza el bello y seca la garganta; la misma que hace saltar una lágrima, provoca una sonrisa o, por qué no decirlo, ambas a la vez.

Mientras tanto, conformémonos con escuchar una buena canción.

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