sábado, 5 de noviembre de 2011

¿Quién muere?

Muere lentamente quien se transforma en esclavo del hábito, repitiendo todos los días los mismos trayectos, quien no cambia de marca, no arriesga vestir un color nuevo y no le habla a quien no conoce.

Muere lentamente quien hace de la televisión su gurú. Muere lentamente quien evita una pasión, quien prefiere el negro sobre blanco y los puntos sobre las íes a un remolino de emociones, justamente las que rescatan el brillo de los ojos, sonrisas de los bostezos, corazones a los tropiezos y sentimientos.

Muere lentamente quien no voltea la mesa cuando está infeliz en el trabajo, quien no arriesga lo cierto por lo incierto para ir detrás de un sueño, quien no se permite por lo menos una vez en la vida, huir de los consejos sensatos.

Muere lentamente quien no viaja, quien no lee, quien no oye música, quien no encuentra gracia en sí mismo.

Muere lentamente quien destruye su amor propio, quien no se deja ayudar.

Muere lentamente, quien pasa los días quejándose de su mala suerte o de la lluvia incesante.

Muere lentamente, quien abandona un proyecto antes de iniciarlo, no pregunta de un asunto que desconoce o no responde cuando le indagan sobre algo que sabe.

Evitemos la muerte en suaves cuotas, recordando siempre que estar vivo exige un esfuerzo mucho mayor que el simple hecho de respirar.

Solamente la ardiente paciencia hará que conquistemos una espléndida felicidad.

Pablo Neruda

sábado, 8 de octubre de 2011

Derechos como moneda de cambio


En apenas 15 días, y sin dar una explicación detallada a la sociedad, PP y PSOE han aprobado la reforma de la Constitución que obliga al Estado a limitar su capacidad de endeudamiento. Importantes áreas como la educación y la sanidad se encuentran en el ojo del huracán, hasta el punto de ser utilizadas como chivo expiatorio de una crisis originada por la especulación financiera e inmobiliaria.

La falta de consenso entre todas las fuerzas políticas, si bien no ha supuesto un impedimento a la hora de aprobar la reforma constitucional, es un fiel reflejo del rechazo existente en una importante parte de la sociedad. Por tanto, conviene explicar cómo se va a llevar a cabo la reducción del déficit y qué consecuencias va a tener en nuestro país. Ésta puede acometerse de tres formas: reduciendo el gasto público, aumentando los impuestos o estimulando el crecimiento de nuestra economía. La reforma aprobada se centra exclusivamente en la primera opción, la de limitar el gasto público. Esto significa una reducción de los recursos públicos destinados a materias tan importantes como la educación, la sanidad o las prestaciones sociales, pilares del Estado social que todos disfrutamos y que nunca debieran tocarse. Por primera vez en 30 años, el gasto público total destinado a la educación ha disminuido. Esta rebaja se debe fundamentalmente a ajustes salariales, reducciones en programas de apoyo, infraestructuras, transporte escolar o formación de docentes. Sin embargo, el sistema educativo tiene que hacer frente a un incremento de más de 150.000 alumnos. Ocurre lo mismo en Sanidad, con reducciones que alcanzan el 10% en determinadas comunidades autónomas. Es una constante contradicción: por un lado aseguran luchar contra el fracaso escolar y exigen formación para ser aptos en una sociedad basada en la competitividad más agresiva, y por otro reducen los recursos destinados para hacerlo. Si algo ha demostrado la historia, es que una sociedad poco formada y mal atendida tendrá muy pocas posibilidades de prosperar.

El objetivo final de esta reforma, y de todas las que están por venir, es la privatización del sistema público. Es decir, la formación de un sistema social excluyente, en el que quienes menos recursos tengan quedarán en un segundo plano al no poder costearse el uso de los servicios básicos. Ignacio Ramonet, director de Le Monde Diplomatique en español, asegura que “la privatización de los servicios públicos significa un robo manifiesto del patrimonio de los pobres. Cuando se privatizan, no sólo se le arrebata a la ciudadanía un bien que le pertenece (ha sido costeado con sus impuestos) sino que se desposee a los pobres de su único patrimonio. Es una doble injusticia. Y una de las raíces de la ira actual”.

No hay más que ver las cifras económicas para observar que el principal problema del país no es la deuda o el déficit, que están por debajo de la media europea, sino el bajo nivel de crecimiento. Vicenç Navarro, Catedrático de Políticas Públicas de la Universidad Pompeu Fabra, afirma que “los recortes sociales, que están empobreciendo todavía más el subfinanciado Estado del bienestar español (el gasto público social por habitante es el más bajo de la Eurozona), están dificultando enormemente la recuperación económica al reducir la demanda de bienes y servicios, que es el mayor problema de la economía española”. Este es el motivo que ha provocado los casi cinco millones de parados actuales y, en consecuencia, el aumento de los gastos derivados en subsidios.

Por tanto, ahora más que nunca hay que llevar a cabo una estimulación de la economía que aporte estabilidad y confianza. Primero, manteniendo la calidad de los servicios públicos. Una sociedad en la que primen valores como la solidaridad, la igualdad y la justicia será más fuerte y podrá hacer frente a todo reto que se le plantee de la manera más efectiva. Y en segundo lugar, exigiendo un compromiso mayor a los más ricos (el 2% de la población) con la recuperación del Impuesto sobre el Patrimonio. En los últimos doce años, tanto PP como PSOE han reducido las cargas impositivas a las clases más altas un 38%, mientras que a las clases medias lo han hecho solo un 2%. Además, y puesto que los bancos deben asumir su gran responsabilidad en el origen de la crisis, es de vital importancia exigir una Tasa sobre las Transacciones Financieras (la conocida como Tasa Tobin). Ignacio Ramonet afirma que “con un modesto impuesto de un 0,1% sobre los intercambios de acciones en Bolsa y sobre el mercado de divisas, la Unión Europea obtendría, cada año, entre 30.000 y 50.000 millones de euros. Suficiente para financiar con holgura los servicios públicos, restaurar el Estado de bienestar y ofrecer un futuro luminoso a las nuevas generaciones”.

El Estado del bienestar, creado con el objetivo de cubrir las necesidades básicas de los más desfavorecidos (cobertura sanitaria universal, educación gratuita y de calidad y sistema de pensiones independiente de los años trabajados), pende de un hilo por culpa de gobiernos irresponsables más pendientes de sus privilegios que de las obligaciones contraídas con los ciudadanos a los que representan. Los derechos sociales que con tanto esfuerzo consiguieron nuestros padres y abuelos no pueden ser moneda de cambio para una salida de esta desgarradora crisis que amenaza con llevarse todo por delante.                                                                        

Javier Perellón Sabiote

viernes, 9 de septiembre de 2011

Morir de hambre


Resulta grotesco que los principales medios de comunicación del mundo copen sus aperturas con noticias relacionadas con la crisis bursátil mientras una gran cantidad de personas sufren una mucho peor en todos sus aspectos: la crisis humanitaria. La sequía que atraviesa el Cuerno de África ha provocado que más de 10 millones de personas necesiten ayuda urgente para no morir de hambre. La gravedad de la situación es tal que la ONU ha declarado oficialmente el estado de hambruna en dos regiones de Somalia mientras pide una movilización internacional que permita evitar una nueva crisis humanitaria.

Los países del llamado Cuerno de África (Etiopía, Somalia, Kenia, Uganda y Yibuti) sufren la peor sequía de los últimos sesenta años. Esta situación, unida al conflicto y a la falta de un gobierno efectivo en el país, ha ocasionado que 12 millones de personas requieran asistencia alimentaria urgente para poder sobrevivir. De estos países, Somalia es el país más azotado. En la actualidad dos estados somalís han sido declarados en estado de hambruna, pero ésta ya se ha extendido a otros cuatro más. Desde las distintitas organizaciones no gubernamentales aseguran que la ayuda que reciben es lenta e insuficiente y reclaman mayor colaboración, pues los recursos aportados por las diferentes organizaciones y países apenas cubren el 20% de las necesidades de los campos de refugiados de estos estados, sobresaturados por la creciente necesidad.

La vida de un millón de niños desnutridos está en riesgo. "Tenemos dos millones de niños malnutridos y la mitad de ellos están en condiciones que amenazan sus vidas", ha declarado la portavoz del UNICEF, Marixie Mercado. La situación ha llegado al extremo de que muchas madres se topan en la encrucijada de decidir quiénes son los hijos que tienen mayores probabilidades de vivir para abandonar a los más débiles. Se calcula que más de 30.000 niños de menos de cinco años ya han muerto por hambre en los últimos tres meses. Se espera que sean muchos más.
Y por si todo esto fuera poco, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y Unicef alertan de brotes de cólera y de sarampión entre las víctimas de la hambruna en Somalia. Temen que se expandan y han puesto en marcha un programa urgente de vacunación en Somalia, que pretende llegar a 2,3 millones de niños de entre 6 y 15 años, ya que la cobertura actual se sitúa en torno al 29% de la población. 

Como ocurre en la mayoría de las ocasiones, existen los medios necesarios para paliar la situación. De lo que en realidad se carece es de voluntad política. Jacques Diouf, director general de la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO), se muestra indignado y afirma que "es inadmisible que, en nuestro tiempo, con los recursos financieros, las tecnologías y los conocimientos de que disponemos, más de 12 millones de personas puedan llegar a morir de hambre".

Los países desarrollados deberían tomar conciencia y ponerse de acuerdo en establecer las políticas a largo plazo necesarias para que en el futuro morir de hambre solo sea un vago recuerdo en la memoria de todos aquellos que no se contentan simplemente con lo que les muestran, sino con lo que por sí mismos pueden ver.

Javier Perellón Sabiote. (Artículo publicado en Actualidad Almanzora)

lunes, 16 de mayo de 2011

Estoy cansado

Estoy cansado,

- de que no tengamos algún político decente en este ensimismado país;

- de que todos se llenen la boca de palabras en aras de la libertad para después prohibir y restringir cual amo a su esclavo;

- de que mientan diciendo que para mantener el Estado del Bienestar son necesarios recortes sociales;

- de este juego de niños basado en insultos y amenazas que nada tiene que ver con una sana y competente clase política;

- de no escuchar ni una sola propuesta decente por boca de aquellos que han de guiar el país;

- de expresidentes arrogantes que usan su figura política como medio de exaltación en puesto de serenar y colaborar con su experiencia;

- de medios de comunicación que manipulan la información en pro de sus intereses en lugar de apostar por la verdad en beneficio de su propio país;

- de que por culpa de los más poderosos estén sufriendo los más desfavorecidos;

- de la creencia generalizada de que nada se puede cambiar; de que nuestro poder es limitado; de que los ciudadanos nada podemos hacer.

Javier Perellón Sabiote

jueves, 12 de mayo de 2011

Carta del Jefe Indio Seattle

El siguiente documento es uno de los más preciados por los ecologistas, se trata de la carta que envió en 1855 el jefe indio Seattle de la tribu Suwamish al presidente de los Estados Unidos Franklin Pierce en respuesta a la oferta de compra de las tierras de los Suwamish en el noroeste de los Estados Unidos, lo que ahora es el Estado de Washinton. Los indios americanos estaban muy unidos a su tierra no conociendo la propiedad, es más consideraban la tierra dueña de los hombres. En numerosos ámbitos ecologistas se le considera como "la declaración más hermosa y profunda que jamás se haya hecho sobre el medio ambiente".

El Gran Jefe de Washington manda decir que desea comprar nuestras tierras. El Gran Jefe también nos envía palabras de amistad y buena voluntad. Apreciamos esta gentileza porque sabemos que poca falta le hace, en cambio, nuestra amistad. Vamos a considerar su oferta, pues sabemos que, de no hacerlo, el hombre blanco podrá venir con sus armas de fuego y tomarse nuestras tierras. El Gran Jefe de Washington podrá confiar en lo que dice el Jefe Seattle con la misma certeza con que nuestros hermanos blancos podrán confiar en la vuelta de las estaciones. Mis palabras son inmutables como las estrellas.

¿Cómo podéis comprar o vender el cielo, el calor de la tierra? Esta idea nos parece extraña. No somos dueños de la frescura del aire ni del centelleo del agua. ¿Cómo podríais comprarlos a nosotros? Lo decimos oportunamente. Habéis de saber que cada partícula de esta tierra es sagrada para mi pueblo. Cada hoja resplandeciente, cada playa arenosa, cada neblina en el oscuro bosque, cada claro y cada insecto con su zumbido son sagrados en la memoria y la experiencia de mi pueblo. La savia que circula en los árboles porta las memorias del hombre de piel roja.

Los muertos del hombre blanco se olvidan de su tierra natal cuando se van a caminar por entre las estrellas. Nuestros muertos jamás olvidan esta hermosa tierra porque ella es la madre del hombre de piel roja. Somos parte de la tierra y ella es parte de nosotros. Las fragantes flores son nuestras hermanas; el venado, el caballo, el águila majestuosa son nuestros hermanos. Las praderas, el calor corporal del potrillo y el hombre, todos pertenecen a la misma familia. "Por eso, cuando el Gran Jefe de Washington manda decir que desea comprar nuestras tierras, es mucho lo que pide. El Gran Jefe manda decir que nos reservará un lugar para que podamos vivir cómodamente entre nosotros. El será nuestro padre y nosotros seremos sus hijos. Por eso consideraremos su oferta de comprar nuestras tierras. Mas ello no será fácil porque estas tierras son sagradas para nosotros. El agua centelleante que corre por los ríos y esteros no es meramente agua sino la sangre de nuestros antepasados. Si os vendemos estas tierras, tendréis que recordar que ellas son sagradas y deberéis enseñar a vuestros hijos que lo son y que cada reflejo fantasmal en las aguas claras de los lagos habla de acontecimientos y recuerdos de la vida de mi pueblo. El murmullo del agua es la voz del padre de mi padre.

Los ríos son nuestros hermanos, ellos calman nuestra sed. Los ríos llevan nuestras canoas y alimentan a nuestros hijos. Si os vendemos nuestras tierras, deberéis recordar y enseñar a vuestros hijos que los ríos son nuestros hermanos y hermanos de vosotros; deberéis en adelante dar a los ríos el trato bondadoso que daréis a cualquier hermano.

Sabemos que el hombre blanco no comprende nuestra manera de ser. Le da lo mismo un pedazo de tierra que el otro porque él es un extraño que llega en la noche a sacar de la tierra lo que necesita. La tierra no es su hermano sino su enemigo. Cuando la ha conquistado la abandona y sigue su camino. Deja detrás de él las sepulturas de sus padres sin que le importe. Despoja de la tierra a sus hijos sin que le importe. Olvida la sepultura de su padre y los derechos de sus hijos. Trata a su madre, la tierra, y a su hermano el cielo, como si fuesen cosas que se pueden comprar, saquear y vender, como si fuesen corderos y cuentas de vidrio. Su insaciable apetito devorará la tierra y dejará tras sí sólo un desierto.

No lo comprendo. Nuestra manera de ser es diferente a la vuestra. La vista de vuestras ciudades hace doler los ojos al hombre de piel roja. Pero quizá sea así porque el hombre de piel roja es un salvaje y no comprende las cosas. No hay ningún lugar tranquilo en las ciudades del hombre blanco, ningún lugar donde pueda escucharse el desplegarse de las hojas en primavera o el orzar de las alas de un insecto. Pero quizá sea así porque soy un salvaje y no puedo comprender las cosas. El ruido de la ciudad parece insultar los oídos. ¿Y qué clase de vida es cuando el hombre no es capaz de escuchar el solitario grito de la garza o la discusión nocturna de las ranas alrededor de la laguna? Soy un hombre de piel roja y no lo comprendo. Los indios preferimos el suave sonido del viento que acaricia la cala del lago y el olor del mismo viento purificado por la lluvia del mediodía o perfumado por la fragancia de los pinos.

El aire es algo precioso para el hombre de piel roja porque todas las cosas comparten el mismo aliento: el animal, el árbol y el hombre. El hombre blanco parece no sentir el aire que respira. Al igual que un hombre muchos días agonizante, se ha vuelto insensible al hedor. Mas, si os vendemos nuestras tierras, debéis recordar que el aire es precioso para nosotros, que el aire comparte su espíritu con toda la vida que sustenta. Y, si os vendemos nuestras tierras, debéis dejarlas aparte y mantenerlas sagradas como un lugar al cual podrá llegar incluso el hombre blanco a saborear el viento dulcificado por las flores de la pradera.

Consideraremos vuestra oferta de comprar nuestras tierras. Si decidimos aceptarla, pondré una condición: que el hombre blanco deberá tratar a los animales de estas tierras como hermanos. Soy un salvaje y no comprendo otro modo de conducta. He visto miles de búfalos pudriéndose sobre las praderas, abandonados allí por el hombre blanco que les disparó desde un tren en marcha. Soy un salvaje y no comprendo como el humeante caballo de vapor puede ser más importante que el búfalo al que sólo matamos para poder vivir. ¿Qué es el hombre sin los animales? Si todos los animales hubiesen desaparecido, el hombre moriría de una gran soledad de espíritu. Porque todo lo que ocurre a los animales pronto habrá de ocurrir también al hombre. Todas las cosas están relacionadas entre sí.

Vosotros debéis enseñar a vuestros hijos que el suelo bajo sus pies es la ceniza de sus abuelos. Para que respeten la tierra, debéis decir a vuestros hijos que la tierra está plena de vida de nuestros antepasados.
Debéis enseñar a vuestros hijos lo que nosotros hemos enseñados a los nuestros: que la tierra es nuestra madre. Todo lo que afecta a la tierra afecta a los hijos de la tierra. Cuando los hombres escupen el suelo se escupen a sí mismos.

Esto lo sabemos: la tierra no pertenece al hombre, sino que el hombre pertenece a la tierra. El hombre no ha tejido la red de la vida: es sólo una hebra de ella. Todo lo que haga a la red se lo hará a sí mismo. Lo que ocurre a la tierra ocurrirá a los hijos de la tierra. Lo sabemos. Todas las cosas están relacionadas como la sangre que une a una familia.

Aún el hombre blanco, cuyo Dios se pasea con él y conversa con el -de amigo a amigo no puede estar exento del destino común-. Quizá seamos hermanos, después de todo. Lo veremos. Sabemos algo que el hombre blanco descubrirá algún día: que nuestro Dios es su mismo Dios. Ahora pensáis quizá que sois dueño de nuestras tierras; pero no podéis serlo. Él es el Dios de la humanidad y Su compasión es igual para el hombre blanco. Esta tierra es preciosa para El y el causarle daño significa mostrar desprecio hacia su Creador. Los hombres blancos también pasarán, tal vez antes que las demás tribus. Si contamináis vuestra cama, moriréis alguna noche sofocados por vuestros propios desperdicios. Pero aún en vuestra hora final os sentiréis iluminados por la idea de que Dios os trajo a estas tierras y os dio el dominio sobre ellas y sobre el hombre de piel roja con algún propósito especial. Tal destino es un misterio para nosotros porque no comprendemos lo que será cuando los búfalos hayan sido exterminados, cuando los caballos salvajes hayan sido domados, cuando los recónditos rincones de los bosques exhalen el olor a muchos hombres y cuando la vista hacia las verdes colinas esté cerrada por un enjambre de alambres parlantes. ¿Dónde está el espeso bosque? Desapareció. ¿Dónde está el águila? Desapareció. Así termina la vida y comienza la supervivencia....

Carta enviada en 1855 por el jefe indio Seattle al presidente de los Estados Unidos Franklin Pierce en respuesta a la oferta de compra de las tierras de los Suwamish en el noroeste de los Estados Unidos, lo que ahora es el Estado de Washington. Los indios americanos estaban muy unidos a su tierra no conociendo la propiedad, es más consideraban la tierra dueña de los hombres. En numerosos ámbitos ecologistas se le considera como "la declaración más hermosa y profunda que jamás se haya hecho sobre el medio ambiente".

jueves, 28 de abril de 2011

Especulación alimentaria


Las crisis nunca afectan a todos por igual. De hecho, siempre perjudican con mayor intensidad a los más desfavorecidos. En la actualidad, unida a la crisis financiera ha surgido una crisis más grave aún si cabe: la de los alimentos básicos. Los especuladores, hambrientos por incrementar sus ganancias a toda costa, provocan una subida del precio de las materias primas aprovechando su escasez, lo que reduce las posibilidades de adquirir alimentos básicos a una gran parte de la población. A esto hay que añadir el desajuste regulatorio existente entre EEUU y Europa, que facilita la realización de estas prácticas.

Según la FAO (Organización de la Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación), en enero de este año el precio de los alimentos alcanzaba un récord histórico al aumentar un 3,4% respecto a diciembre de 2010. Se trata de la mayor subida de los últimos 20 años. En algunos países como Túnez o Egipto, el precio de los alimentos se ha incrementado hasta en un 25% respecto al año anterior. Esta subida ha sido, entre otras causas, motivo del malestar general que ha propiciado las revueltas de la población desde comienzos de año.

Si bien es cierto que desde siempre ha existido la especulación con los alimentos, no lo es menos que esta se ha visto fuertemente incrementada en los 20 últimos años tras descubrirse su alta rentabilidad. Además, en 1994 la Organización Mundial del Comercio (OMC) aplicó una norma general por la que los alimentos se transformaban en meras mercancías reguladas solo por los mercados. “No hay prácticamente otro producto en el que invertir en estos momentos cuya demanda real sea tan clara”, asegura Francisco López Ollés, experto en materias primas y divisas. Es un mercado seguro. El incremento de la población y del poder adquisitivo de los países emergentes asegura su crecimiento. Según la periodista Ellen Brown, un estudio de Lehman Brothers estimó un crecimiento de los fondos de inversión alimentarios entre 2003 y 2008 de 13.000 millones de dólares a 260.000.

El modo se actuar de los especuladores (fondos de alto riesgo, bancos de inversión y fondos de pensiones) está muy consolidado y difiere en poco de cualquier otro tipo de especulación. El primer paso es realizar de forma anticipada una investigación sobre las materias primas que pueden llegar a escasear y a incrementar su precio en un momento dado. Una vez obtenidos los resultados, adquieren opciones de compra sobre grandes cantidades de esos productos a un precio establecido (por lo general, muy reducido). Tras esto, y una vez que el precio se ha incrementado notablemente, ejecutan las opciones de compra adquiridas con anterioridad. El proceso finaliza con la venta del producto a un precio de mercado muy superior al que pagaron al comienzo. Incluso pueden llegar a imponer un precio con independencia del costo real de producción con tal de maximizar sus beneficios más aún.

En este mercado no es necesario poseer el producto para poder comercializar con él. De cada diez operaciones realizadas, nueve son especulativas. Y es que la realidad demuestra que nadie quiere comprar el producto, sino especular con él. “Como es a futuros, los títulos se pueden comprar y vender por otras personas durante un tiempo. Entonces se especula con la subida y bajada de su precio. Esos contratos de venden y compran decenas de veces. Según el Banco Mundial, durante 2010, tan solo el 0,5% de los contratos de futuro se acabaron ejecutando” afirma al periódico Diagonal Ferrán García, experto de Veterinarios sin Fronteras.

Desde diversos sectores se exige mayor cooperación entre los países para evitar que la especulación de alimentos siga acentuando la ya de por si grave crisis alimenticia. Del mismo modo, piden a la Unión Europea un mayor control sobre el volumen y los precios de determinadas materias como el azúcar y el cacao, pues la regulación existente sobre estas es muy limitada.

En este punto es necesario plantearse si es ético enriquecerse a costa de los alimentos básicos de los que dependen tantas personas para poder sobrevivir. Los hechos demuestran la necesidad de una mayor regulación sobre estas actividades. Aunque también de una mayor conciencia de las personas.

Javier Perellón Sabiote

martes, 12 de abril de 2011

Sobre el capitalismo salvaje


Todos pudimos comprobar el pasado 12 de marzo la acérrima defensa del capitalismo salvaje llevada a cabo por Salvador Sostres en su artículo del diario El Mundo titulado “Lee esto, obrero”. Aún sigo conmocionado con algunos de sus argumentos para defenderlo y considerarlo el sistema económico más justo de todos los existentes.

Tras muchos estudios y trabajos de campo realizados (y ahora sí, voy en plan irónico) las conclusiones a las que ha llegado este señor le hacen afirmar que “la sociedad capitalista ya no se divide entre ricos y pobres”. No. Ahora “lo hace entre inteligentes o burros, entre capaces o inútiles”. O sea, que si alguien no se lucra por medio del capitalismo solo puede tratarse de un imbécil. Pero este señor no se queda aquí (que ya hubiese podido). Tiene la desfachatez de asegurar que “el capitalismo es el sistema que más riqueza y menos pobres genera, y el que lo hace de una forma más justa y menos determinista”. Yo le animo desde aquí a consultar los estudios económicos referentes a los últimos 100 años y que compruebe como ha cambiado el mundo gracias a su adorado sistema capitalista. Simplemente le recordaré que, como bien explica José Luís Sampedro, en la actualidad, el 80% de la riqueza está en manos del 20% de la población mientras que solo el 20% está en manos del 80%. Si este es el sistema económico que más riqueza y menos pobreza genera, y el que lo hace de la forma más justa y menos determinista, yo no lo quiero.

Preso de su propio ego y autodeleite, Sostres se permite dar consejos a las personas más desfavorecidas sin ningún respeto ni pudor. Asegura, textualmente, que “si eres obrero y pobre y quieres realmente dejar de serlo, la economía de mercado y el capitalismo a ultranza, “salvaje”, es lo que más te conviene”. ¡Como si ser pobre fuese una elección! Lamentable.

Si algo ha quedado demostrado a lo largo de su existencia es que el capitalismo no es el sistema económico adecuado en este mundo en el que vivimos. Y no lo es, simplemente, porque un sistema que basa su actividad en enriquecer al poderoso por medio de empobrecer al débil nunca podrá satisfacer las necesidades de una población cada vez más numerosa que dispone de un número menor de recursos. Por tanto, un sistema en el que todos tengan los mismos derechos y oportunidades, sin importar raza, procedencia o color, es el único sistema posible para un mundo que lleva camino de derrumbarse si no soluciona la situación que oprime hoy día a los más desfavorecidos.

Javier Perellón Sabiote

viernes, 11 de febrero de 2011

Tráfico de anabolizantes


Anadrol, Winstrol, Primobolan, Hidroepitosterona, Proviron, EPO. Se trata de anabolizantes disponibles para  un público cada vez más numeroso y que conforman un negocio que mueve más de 20.000 millones de dólares al año. Los principales puntos de venta son gimnasios, páginas webs e incluso farmacias, mientras que los consumidores son, en su mayoría, deportistas dedicados al mundo del culturismo, del ciclismo y del atletismo.

El mercado mundial de sustancias dopantes supera ya en volumen al de drogas en su conjunto (marihuana, cocaína y heroína), según Interpol. El presidente de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), Richard Pound, afirma que “el dopaje ya no es más un asunto meramente deportivo, sino que se ha convertido en un asunto de salud pública”.

El tráfico de anabolizantes, desviados de su uso terapéutico, crece a pasos agigantados en el mundo. Se calculan que hasta 31 millones de personas lo hacen de forma habitual, la mayoría menores de 20 años. Dentro de estos, los deportistas dedicados al culturismo son los que más consumen este tipo de sustancias. En lo que respecta a Europa, según un informe de la Comisión Europea, un 6% de los usuarios de gimnasios se dopan.

Las redes de tráfico de anabolizantes son numerosas y, aunque se están haciendo grandes avances en la lucha contra estas prácticas, muchas se escapan del control de las fuerzas policiales. En Valencia (España), la Guardia Civil ha desarticulado un grupo que dispensaba sustancias legales de forma irregular. El negocio ascendía a 600.000 euros. En total, se dispensaron más de 24.000 cajas de anabolizantes y de hormonas del crecimiento (el 87% de las vendidas en la ciudad). En el registro se incautaron cerca de 4.000 recetas, un millar de unidades de hormona del crecimiento falsa, procedente de China, y 20.000 dosis de anabolizantes. Los acusados están en libertad sin fianza.

El principal problema para acabar con este negocio es detectar los que manejan este negocio y los puntos de venta. En muchos casos son sustancias legales vendidas en farmacias para uso terapéutico. Por tanto, su distribución es muy sencilla. Tan solo requiere la firma de la receta médica por un médico colegiado para poder dispensarla. Este es el punto de partida del negocio de los anabolizantes. Además, otro aspecto que se debería analizar son las penas impuestas a los traficantes de anabolizantes. En la actualizad son mucho menores que las relativas a otro tipo de sustancias prohibidas. Hasta cuatro veces, según los expertos. Esto supone un aliciente para los traficantes.

El negocio de los anabolizantes no solo se limita al relacionado con el culturismo, sino que se expande hacia otras modalidades deportivas. Si en 2006 la “Operación Puerto” supuso la mayor trama de dopaje descubierta en España que afectaba al mundo del ciclismo, a finales del 2010 se descubrió otra que afectaba al mundo del atletismo. En ambas están implicados varios deportistas de primer nivel mundial. Tienen numerosas conexiones internacionales, por lo que son muchos los países implicados. Jaime Lissavetzky, secretario de Estado para el deporte en España, defiende la lucha contra el dopaje y asegura que “aquí no se tapa absolutamente nada y no se quiere ningún triunfo manchado, aunque animo a los deportistas a expresar su opinión sobre las políticas antidopaje“. Lissavetzky también desveló también que desde la entrada en vigor de la ley antidopaje de 2006 se ha producido una disminución del 35% de casos positivos en España y de dos meses y medio en la tramitación de los expedientes sancionadores.

Cada vez más, se está configurando un sentimiento general de rechazo a los anabolizantes y a todos los tipos de sustancias dopantes. Algo, por otra parte, que debería ser lógico, pues supone una falta de ética en los deportistas de alto nivel y unos riesgos muy altos para la salud de quien los toma. La educación, en este aspecto, puede ser una gran aliada para su erradicación.

Javier Perellón Sabiote 
(Centro de Colaboraciones Solidarias)

lunes, 17 de enero de 2011

Dodecálogo de deberes del periodista

  
Son varios los supuestos de los que ha de partir el periodista para el buen ejercicio de la profesión y creo que quizá pudiéramos decirlos en una docena de mandamientos.
El periodista debe:
I. Decir lo que acontece, no lo que quisiera que aconteciese o lo que imagina que aconteció.
II. Decir la verdad anteponiéndola a cualquier otra consideración y recordando siempre que la mentira no es noticia y, aunque por tal fuere tomada, no es rentable.
III. Ser tan objetivo como un espejo plano; la manipulación y aun la mera visión especular y deliberadamente monstruosa de la imagen o la idea expresada con la palabra cabe no más que a la literatura y jamás al periodismo. (Advierto que uso el primer adjetivo en la acepción, para mí todavía viva, que la Academia se apresuró -y pienso que también se precipitó- a considerar anticuada).
IV. Callar antes que deformar; el periodismo no es ni el carnaval, ni la cámara de los horrores, ni el museo de figuras de cera.
V. Ser independiente en su criterio y no entrar en el juego político inmediato.
VI. Aspirar al entendimiento intelectual y no al presentimiento visceral de los sucesos y las situaciones.
VII. Funcionar acorde con su empresa -quiere decirse con la línea editorial- ya que un diario ha de ser una unidad de conducta y de expresión y no una suma de parcialidades; en el supuesto de que la coincidencia de criterios fuera insalvable, ha de buscar trabajo en otro lugar ya que ni la traición (a sí mismo, fingiendo, o a la empresa, mintiendo), ni la conspiración, ni la sublevación, ni el golpe de estado son armas admisibles. En cualquier caso, recuérdese que para exponer toda la baraja de posibles puntos de vista ya están las columnas y los artículos firmados. Y no quisiera seguir adelante -dicho sea al margen de los mandamientos- sin expresar mi dolor por el creciente olvido en el que, salvo excepciones de todos conocidas y por todos celebradas, están cayendo los artículos literarios y de pensamiento no político en el periodismo actual, español y no español.
VIII. Resistir toda suerte de presiones: morales, sociales, religiosas, políticas, familiares, económicas, sindicales, etc., incluidas las de la propia empresa. (Este mandamiento debe relacionarse y complementarse con el anterior.)
IX. Recordar en todo momento que el periodista no es el eje de nada sino el eco de todo.
X. Huir de la voz propia y escribir siempre con la máxima sencillez y corrección posibles y un total respeto a la lengua. Si es ridículo escuchar a un poeta en trance, ¡qué podríamos decir de un periodista inventándose el léxico y sembrando la página de voces entrecomilladas o en cursiva!
XI. Conservar el más firme y honesto orgullo profesional a todo trance y, manteniendo siempre los debidos respetos, no inclinarse ante nadie.
XII. No ensayar la delación, ni dar pábulo a la murmuración ni ejercitar jamás la adulación: al delator se le paga con desprecio y con la calderilla del fondo de reptiles; al murmurador se le acaba cayendo la lengua, y al adulador se le premia con una cicatera y despectiva palmadita en la espalda. 

*Conferencia dictada durante la clausura del ciclo Comunicación y Sociedad en el Siglo XXI, en la Universidad Camilo José Cela en mayo del 2001.

sábado, 15 de enero de 2011

La obsolescencia programada

Vivimos en una sociedad de crecimiento cuya lógica no es crecer para satisfacer las necesidades, sino crecer por crecer. Crecer infinítamente, con una producción sin límites.
"Comprar, tirar, comprar", extraordinario documental que aborda la cuestión de la obsolescencia programada. Lo aconsejo.


jueves, 6 de enero de 2011

Discurso de Miguel Delibes

Mis personajes son, en buena parte, mi biografía.

Pasé la vida disfrazándome de otros, imaginando ingenuamente, que este juego de máscaras ampliaba mi existencia, facilitaba nuevos horizontes, hacía aquella más rica y variada. Disfrazarse era el juego mágico del hombre, que se entregaba fruitivamente a la creación sin advertir cuánto de su propia sustancia se le iba en cada desdoblamiento. La vida, en realidad, no se ampliaba con los disfraces, antes al contrario, dejaba de vivirse, se convertía en una entelequia cuya única realidad era el cambio sucesivo de personajes.

Miguel Delibes, "Discurso de recepción del Premio Miguel de Cervantes". Universidad Alcalá de Henares, 25-04-1994