viernes, 12 de noviembre de 2010

Multinacionales que evaden impuestos


El actual sistema fiscal mundial permite a los más ricos eludir sus responsabilidades con los pobres. Acuerdos injustos, paraísos fiscales y evasión de impuestos son las técnicas usadas por empresas multinacionales para no pagar sus impuestos en los países empobrecidos. Esto provoca unas pérdidas casi cuatro veces superiores a lo necesario para acabar con el hambre en el mundo. Para terminar con este problema es determinante mayor información sobre los beneficios obtenidos por estas empresas y sobre los impuestos que pagan en cada Estado en el que actúan.

Las empresas multinacionales, en su afán por incrementar los beneficios, llevan a cabo una incipiente evasión de impuestos en los países en vías de desarrollo en los que se instalan. Uno de los métodos más practicados es la invención de facturas por compras inexistentes o por artículos de inferior valor. De este modo, los impuestos que deben pagar son menores. Otro método utilizado es el falseamiento de transferencias de bienes y servicios, y las financieras. En ambos casos consiste en la alteración de los precios o costes en el intercambio o transacciones realizados. Una táctica muy recurrida es la evasión fiscal, por la que sacan dinero de un país sin declararlo para después blanquearlo en el país de destino. En último lugar, el soborno a las autoridades sigue siendo una práctica tan habitual como efectiva. Con este consiguen un trato favorable por el que poder realizar sus prácticas con total inmunidad. La ONGD española InspirAction calcula en su informe “la muerte y los impuestos” que estas actividades provocan unas pérdidas de 160000 millones de dólares cada año.

Ante estas tácticas o métodos los países en vías de desarrollo están desprotegidos. Es tal su obsesión por emular a los países desarrollados que atraen a las multinacionales con extensas concesiones y beneficios. Además, los acuerdos realizados no se suelen realizar en términos de igualdad. Las multinacionales consiguen imponer unas condiciones contractuales. George Soros, importante financiero y filántropo, establece tres motivos por los que alcanzan estos acuerdos tan beneficiosos: la información asimétrica, basada en la falta de información y personal preparado del país que negocia; la negociación asimétrica, consistente en presiones de una parte poderosa hacia otra necesita; y la representación asimétrica, que sucede cuando las negociaciones se realizan entre actores de distinto rango (empresa y Estado) con intereses y objetivos distintos.

El dinero obtenido es depositado en paraísos fiscales, donde obtienen unas condiciones más favorables a sus intereses: menores impuestos, secreto bancario e información restringida. Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), en estos Estados hay colocados entre 5 y 7 trillones de dólares. Es determinante el avance realizado en este campo mediante el incremento de colaboración entre estos Estados y las autoridades, sobre todo en materia de narcotráfico y terrorismo.

Raymond Baker, investigador senior del CIP (Centro de Política internacional de Estados Unidos), ha realizado un informe en el que entrevista a 550 directivos de grandes empresas de 11 países. Según asegura, la evasión fiscal corporativa forma parte del proceso por el que los países ricos usurpan a los países pobres y que “se trata del capítulo más espantoso de las relaciones económicas globales desde la esclavitud”. Los países más afectados son los del continente africano. Zambia, Liberia y Tanzania sufren constantes expolios y saqueos por parte de empresas y organismos internacionales que los endeudan y condenan a la miseria.

Son necesarias medidas que limiten el poder de coacción de estas multinacionales y que les impidan actuar con total impunidad. La Unión Europea está tomando partido en el asunto y ha abierto un proceso de consulta pública sobre la introducción de normas que obliguen a las multinacionales a proporcionar más información sobre los beneficios obtenidos y sobre los impuestos de deben pagar en cada país donde trabajan. Del mismo modo, es necesario poner en marcha un proceso que posibilite la vuelta de las riquezas extraídas de forma ilícita a los países damnificados. Isabel Ortigosa, Responsable de Comunicación e Incidencia de InspirAction, asegura que “Si estas nuevas normas llegan a introducirse, los países más pobres podrán por fin tener la información que necesitan para tomar medidas enérgicas contra las multinacionales sin escrúpulos que esconden sus ganancias con el objetivo de reducir sus impuestos”.

1 comentario:

  1. Encontre tu blog por casualidad, me parece estupendo, estare encantada de segirte, un saludo.

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