viernes, 17 de diciembre de 2010

Prevenir el sida

El último informe del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA) muestra que la epidemia de sida en el mundo se ha detenido y que se ha logrado estabilizar las tasas de nuevas infecciones del VIH. En 2009, 2,6 millones de personas se infectaron por el VIH, un 19% menos que en 1999. Este logro se ha conseguido gracias a que las inversiones en los programas de prevención del VIH están consiguiendo resultados significativos en muchos de los países más afectados. A pesar de los intensos trabajos llevados a cabo, las nuevas infecciones siguen superando el avance del tratamiento.

La lucha contra el sida comienza a dar sus frutos. El acceso a los servicios de prevención del VIH ha alcanzado el 32% en algunos países. Esta cifra es aún insuficiente para proteger a la población de un posible contagio pero pone de manifiesto el progreso alcanzado en esta labor en los últimos años.

La adopción de prácticas sexuales más seguras en los países más afectados por la epidemia ha permitido reducir las infecciones en más de un 25%. El uso y la disponibilidad de los preservativos han aumentado de manera notable entre la población. Once países, entre ellos India y Perú, muestran un uso de este superior al 75% en la última relación sexual . En el plano sexual profesional también se han logrado importantes avances, pues en 69 países más del 60%  de este grupo aconsejó su uso a su último cliente. En ciertos países, a pesar de que su aceptación entre la población sigue siendo baja, se comienza a establecer la circuncisión masculina como método de prevención, ya que algunos estudios aseguran que puede reducir las posibilidades de contagio hasta en un 65%. Todos estos datos reflejan el grado de concienciación alcanzado por la población en países en los que hasta hace poco no habían oído hablar de programas de prevención o de prácticas sexuales seguras.

Los servicios de prevención del VIH han hecho gran hincapié en las ayudas a los drogodependientes. El objetivo es la captación, asesoramiento y tratamiento de estas personas para prevenirles de un posible contagio. Los métodos usados en estos programas se basan en la reducción del daño y en el mantenimiento con metadona ampliados con protocolos específicos de VIH y tuberculosis, que incluyen la realización de analíticas de sangre, así como la administración diaria de Tratamientos Directamente Observados (TDO). También es determinante el programa de intercambio de jeringuillas. En general, estos programas se basan en un trabajo comunitario para concienciar a los drogodependientes pero también a la población en general. Persiguen fomentar la reflexión y el debate e involucrar a otros colectivos que están también relacionados con estos usuarios.

En la actualidad, las personas infectadas por el VIH viven más tiempo que antes y con mejor calidad de vida. Además, el número de muertes relacionadas con el sida desciende a gran velocidad como consecuencia de la ampliación del tratamiento. En los últimos 5 años, se ha multiplicado por 7,5 el número de personas que reciben el tratamiento. Solo en el año 2009, 1.200.000 personas más accedieron al tratamiento, lo que supone un 30% más respecto al año anterior.

Aunque el número de infecciones se reduce de forma progresiva, por cada persona que inicia el tratamiento, dos contraen el virus. Esto se debe a que las inversiones realizadas, que suponen un 22% del gasto destinado al sida en los países con menores ingresos, son inadecuadas o a que se están distribuyendo de forma desigual. Por tanto, un buen método de reducir el número de casos sería establecer una mayor coordinación de los distintos programas preventivos para conseguir abarcar zonas con alto índices de infecciones que hoy día se encuentran abandonadas a su suerte.

La lucha por erradicar esta infección va por buen camino. Se están haciendo grandes  para lograrlo. Este es solo el principio de una larga travesía. No conseguiremos nuestros objetivos hasta que la sociedad se conciencie de la necesidad de prevenir su contagio y hasta que todos los infectados puedan recibir su tratamiento, pues en la actualidad son más de 10 millones los que se encuentran a la espera.

Javier Perellón Sabiote

No hay comentarios:

Publicar un comentario