jueves, 28 de octubre de 2010

Europa se aísla


En un mundo tan globalizado como el nuestro algunos Estados endurecen sus leyes fronterizas contra la inmigración. Estas no tratan a todos los inmigrantes por igual sino que, en muchos casos, se guían más por razones religiosas y/o económicas que por las capacidades de las personas. En el viejo continente, cada vez más, la Unión Europea selecciona de forma estratégica el tipo de inmigrante al que permite la entrada dentro de sus fronteras. Esta política exterior es excluyente y radicalizadora y difiere de la interna que defiende y favorece la movilidad laboral entre los ciudadanos de sus Estados miembros.
Poco hemos evolucionado si en pleno siglo XXI los Estados siguen haciendo políticas de inmigración restrictivas que impiden la libre circulación de los ciudadanos. Menos aún cuando estas políticas discriminan según la procedencia, la religión o el nivel económico. Los dirigentes de los principales Estados crean campañas en contra de la inmigración ilegal, insinuando la relación entre esta y los altos niveles de desempleo y precariedad social, a la vez que exponen las nefastas consecuencias que surgirían en caso de no llevarlas a cabo. De este modo crean un sentimiento antiinmigración en la población que se traduce en estrictas políticas contra la población inmigrante. En la actualidad, contamos con ejemplos relevantes en Francia y Alemania, pero son muchos más. En el primer caso, se ha procedido a la expulsión de más de 8600 gitanos rumanos, 1450 de modo forzoso, aún en contra de la opinión pública. En el caso de Alemania, su presidenta, Ángela Merkel, ha realizado unas declaraciones en las que aseguraba que “la sociedad multicultural ha fracasado” puesto que “el intento de integrar a los inmigrantes en la sociedad germana “ha sido un absoluto fracaso”. Días más tarde, y tras las fuertes críticas recibidas, aprovechaba un partido de la selección alemana para hacerse una foto con Mesut Özil, jugador alemán de origen turco, que apareció en las portadas de los principales medios de comunicación.
Si hasta la caída del muro de Berlín en 1989 pensábamos en este como una de las construcciones más vergonzosas jamás construidas, veinte años después demostramos que nuestra memoria es corta al hacer la vista gorda ante los construidos entre Ceuta y Melilla y Marruecos, Israel y Palestina o Estados Unidos y México. Todos siguen una misma dinámica: un país rico impide la entrada en su territorio de los ciudadanos de un país pobre. No importa si se denomina valla, muro o fosa, son lo mismo con distinto nombre, pues todos persiguen y alcanzan un mismo objetivo: aislar a los ciudadanos fronterizos y oprimirlos, más aún, en la pobreza con la que tienen que convivir día a día en sus respectivos países.
Los hechos acontecidos en 2005 supusieron un punto de inflexión en la política fronteriza de la Unión Europea. Decenas de inmigrantes subsaharianos, en un desgarrador intento de abandonar la extrema pobreza y opresión a la que están sometidos por Marruecos, intentaron entrar en la UE a través de las vallas fronterizas situadas en Ceuta y Melilla. Estos actos se saldaron con 11 inmigrantes fallecidos, cinco por disparos a manos de la policía fronteriza. Otros muchos resultaron heridos. Desde entonces, la política fronteriza ha ido encaminada a una mayor supervisión de los límites territoriales mediante un incremento de la vigilancia policial y un endurecimiento de las actuaciones contra las personas que intentan entrar en territorio europeo, llegando a emplear los cuerpos antidisturbios en algunas ocasiones. A esta labor, por inexplicable que parezca, colabora de forma intensiva el gobierno de Marruecos. En contraste con estos hechos se está produciendo un incremento de la interacción transfronteriza entre los ciudadanos de ambos países, pues han descubierto los beneficios que les aporta este intercambio comercial y cultural y no están dispuestos a colaborar en el progresivo aislamiento al que, ya de por sí, están sometidos.
Los ciudadanos no podemos seguir en actitud impasible ante estos acontecimientos y debemos exigir el cumplimiento de sus derechos, que son los mismos que los nuestros. Los Estados deben crear políticas que integren y favorezcan la libre circulación de las personas sin importar raza, color o procedencia. Porque, como dijo Abraham Lincom, “los que niegan la libertad a los demás no se la merecen ellos mismos”.

Javier Perellón Sabiote

4 comentarios:

  1. ...Muy cierto, yo tambien estoy en contra de esas politicas de inmigracion "selectas#, es decir, esta bien que sean selectas en cuanto a capacidad, pero no en lo referente a pais de procedencia y mucho menos raza o religion (hay en europa algun pais con religion oficial?no que yo sepa). En cualquier caso no creo que Europa se este aislando, quiero decir que no se esta aislando de quien no quiere o no le interesa aislarse, pero eso si teniendo unicamente como prioridad lo economico. Pero cierto es cierto que Europa y otros paises ricos cierran a oros sus puertas solo y exclusivamente por ello, y cierran asi,es cierto, la puerta al intercambio, la riqueza cuktural y humana, tan o mas importante que la economica...que dicho sea de paso todos vimos como fracaso no hace mas de un ano...
    Un abrazo Javier.

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  2. Querido amigo, tienes toda la razón. En mi opinión tenemos un grave problema por este asunto porque, ¿quién somos nosotros para impedira una persona venir a buscar una vida mejor? ¿Qué derecho tenemos sobre la tierra que ocupamos? La UE se creó con unos claros objetivos:
    - la construcción de un espacio de libertad, seguridad y justicia sin fronteras.
    - la lucha contra la exclusión social y la discriminación.
    - el fomento de la cohesión económica, social y territorial y la solidaridad.
    - etc.
    ¿Por qué no intentamos alcanzar estos objetivos fuera de nuestras fronteras? Debemos predicar con el ejemplo...
    Un abrazo

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  3. Hola Javi, soy Marina, la novia de Óscar, no sabía que tenías un blog...le he estado echando un ojo...muy interesante!!

    Respecto a este artículo... ¿y luego qué les espera a las personas que han conseguido saltar o cruzar el estrecho?? Más pobreza, más persecución, y en muchos casos la retención en un Centro de Internamiento para Extranjeros (CIE), y qué es un cie??? Es peor que una cárcel, es el lugar al que llevan a los inmigrantes detenidos por no tener papeles (en realidad no tener papeles no es un delito, es una falta administrativa, pero para los pobres las leyes son diferentes. Pueden pasar allí más de 70 días, en condiciones infrahumanas, pasando hambre... A estos lugares sólo accede la policía, todo el personal que hay son policías, no entran ong´s ni terapeutas, ni psicologos...
    Les hacen redadas en los metros, a las salidas de los coles, en los locutorios... para llevarles a estos centros, y mientras nosotros impasibles, como dice Javi, miramos para otro lado, y lo mismo hizo la sociedad alemana mientras quemaban judíos en los campos de . Como decían en el comentario anterior es verdad que no tenemos derecho ninguno sobre la tierra que ocupamos, pero sí tenemos el deber de luchar por las personas (que iguales a nosotros) están sufriendo en sus propias carnes la injusticia de las leyes. Javi, te propongo que hagas un artículo sobre los cíes... y que si quereis os metais en la página
    www.plataforma-adesalambrar.com
    desde esta plataforma se hacen acciones contra estos sitios y se hacen actos para dialogar estos temas...

    Muchos besos Javi, y los que lean tu blog!!!

    Marina

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  4. Hola Marina! Me alegro de que te gusten las reflexiones que en este blog se hacen (muchas veces los comentarios dicen más que los propios artículos).

    Debemos partir de las dificultades que el tema inmigración suele conllevar. En primer lugar, el desinterés de las autoridades para crear políticas eficaces que ayuden a estas personas. A esto se une la grave crisis económica que estamos pasando, lo que, como digo en el artículo, es un argumento muy utilizado por políticos para crear un sentimiento antiinmigracion en la sociedad, en nuestra sociedad. También contamos con el actual problema con Marruecos, porque no podemos ser ingenuos, el problema del pueblo saharaui es también nuestro problema, y ahora más que nunca. Es todo un cúmulo de situaciones y actuaciones que complica todo gravemente. . Cuesta luchar contra esto, pero para eso estamos nosotros

    Y luego tenemos el problema al que tu bien haces referencia: los CIE, centros en los que prima la seguridad por encima de todo y donde las personas no son consideradas como tales, por el simple hecho de ser "prisioneros" inmigrantes, sin papeles. ¿Qué medios de comunicación se preocupan de este problema? ¿Algún político? Es lamentable, no les interesa dar a conocer la verdad.

    Apunto tu propuesta e intentaré escribir sobre los CIE. Te diré que algunos de mis artículos se publican en canalsolidario.org y que voy a crear una sección sobre estos temas en una web, con lo que tendrá cierta difusión. También te animo a que propongas temas que te interesen para escribir sobre ellos y, lo más importante, para crear un debate, pues esta es la unica forma de concienciar a la sociedad.

    Un beso Marina! Da saludos a Óscar.

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